XTREME LAGOS 2012

DIA 23-09-2012- XTREME LAGOS 2012.

   Como habíamos quedado, Pedro, Rubén y Jesús nos inscribimos en nuestra primera maratón y para no andar con pequeñeces, lo hacemos en un K42. La preparación en el caso de Pedro y mio no había sido buena  ya que desde que hicimos la subida a la Peña de Francia el día 31 de agosto no habíamos vuelto a correr con motivo del Camino de Santiago hasta el día 10 de septiembre. Tras una semana muy ajetreada laboralmente, el Viernes a las 4:45 de la tarde nos ponemos en marcha hacia Pechón donde ya se encontraban Rubén y Leire desde el Jueves. El camino va bien hasta la entrada de la Autopista de León a Campomanes, donde a Pedro se le avería el coche y al no poder parar nosotros al haber pasado ya, tras hablar Susana con él, continuamos hacía la primer área de descanso. Llegados a este punto y tras contactar con ellos nuevamente, nos indican que la asistencia está en camino y que continuemos hacia delante. Al pasar el túnel de separación de ambas Comunidades Autónomas Castilla y León de Asturias, el tiempo cambia radicalmente y hay una intensa niebla que obliga a conducir con mucho cuidado hasta Pola de Lena. Llegamos a Pechón sobre las once de la noche, donde Leire y Rubén tenían una buena hoguera para hacer la barbacoa, saludos de rigor, cena, charla y la cama a las dos de la madrugada. 
     Por la mañana, después de diversas vicisitudes logramos alquilar un coche de Europcar en el aeropuerto de Santander ante la ineptitud de los trabajadores de Avis de Torrelavega, para volver a comer a Pechón a las 14:30 horas, comida y visita a Cangas de Onis para retirar dorsales, paseo y verificar lo necesario para la carrera. 

   El día de la carrera, nos levantamos a las 5:15 de la mañana, recogemos nuestras cosas y nos vamos a la estación de autobuses de Cangas, lugar donde desayunamos. Lo llamativo fue la bocanada de aire caliente a las 5:30  a la salida de la casa de Ruben, algo extraño para la fecha y el lugar, lo que hacía presagiar lluvia. Tomamos el autobús a las 7:15  hacía El Repelao, un pequeño calentamiento, entrega de nuestras cosas y a las 8:00 de la mañana con el despunte del día se da la salida. El inicio nos los tomamos con calma al ser nuestra primera prueba de este tipo, después de uno 800 metros se toma un sendero a la izquierda al llegar a CASA ASPRON, iniciamos una senda a la izquierda por el PR-PNPE que va subiendo hacia la Cruz de Priena (750 metros). Desde aquí las vistas del Santuario y de los Picos es impresionante según vas ganando altura tras la fila de corredores que vamos hacía arriba uno tras otro. Al llegar arriba la verticalidad del terreno es mayor lo que te ofrece una bella estampa del Santuario al fondo del valle. El viento en este punto sopla con mucha fuerza, agarrándote al terreno para terminar la subida ante el temor de que una racha de viento te cayera barranco abajo. En este lugar sigo con Ruben y a Pedro no se le ve por ningún lado. En el alto echas una vistazo al Santuario y continuas por toda la cumbre y el cordal teniendo que efectuar una bajada y una pequeña subida para luego seguir corriendo por el cordal hasta enlazar con la carretera en la Huesera, lugar donde se encuentra el primer avituallamiento líquido . Aquí tomo aquarios, agua, ajustó mis zapatillas ya que los calcetines que había elegido no eran los más apropiados, no veo a Ruben y continuo por un camino en subida para en su parte final, abandonarlo y seguir hacía un collado. Pasado este lugar una nueva bajada y subida a un nuevo cordal el cual en su parte izquierda se encuentra con una alambrada ya que la verticalidad del terreno es esta zona es imponente. Aquí nuevamente, los golpes de viento son muy fuertes teniendo que sujetar mi dorsal ya que el aire me lo arranca literalmente de la camiseta; el aire es tal, que el corredor anterior al que me precedía por un golpe de viento lo arrastraba al precipicio y tuvo que agarrarlo el compañero que le seguía. A partir de aquí, nos separamos todo lo que podemos del barranco hasta llegar a la parte baja donde esta la Vega de Comeya que atravieso por el lugar marcado. Los pies en este paraje van hundiéndose en el suelo con lo que supone de relajación para las piernas al hacer de colchón y evitar el impacto contra el suelo. Al final de la Vega, nueva brusca subida que cuenta con algunas protecciones en algunas de sus partes para ante un giro hacía la izquierda encontrarte de repente con un túnel que tenemos que atravesar. Al llegar al túnel logro contactar con alguien que llevaba luz, lo cuál se agradece ya que la visión la pierdes por completo en momentos. Tras la salida del túnel del Escaleru llegamos al Centro de Interpretación del parque, de aquí a las minas de Buferrera, atravesando uno de sus pequeños túneles teniendo que bajar la cabeza por su altura y subida hacía el Lago Ercina. En este lugar ya se encuentra nuestro maravilloso grupo de animadoras, es decir, Susana, Lara, Leire, Sonia, Lidia, Manuel, Humi y Miriam, a las cuáles les tengo que dar las gracias por todos los ánimos que nos dieron durante todo el fin de semana. Lara en este punto me acompaña corriendo prácticamente hasta el lugar del avituallamiento solido y liquido que se encuentra en el aparcamiento del Lago Ercina. Cuando llego yo a este punto, Pedro lo abandona; tomo sándwich, melón, plátano y mucho liquido incluido acuarios.

   Salgo del avituallamiento bordeando el Lago Ercina por una pequeña subida, para bajar hacía el Lago Enol que bordeamos por su izquierda por un pequeño sendero, la imagen en este momento es inolvidable y ha quedado en mi retina para el resto de mis días. Paso el Lago y la Vega de Enol nueva subida hacía la Porra de Enol con 1250 metros para luego otra bajada hacía la vega de Fana donde se agradece nuevamente el contacto con la hierba en tus pies. Llego por un sendero que tira hacía arriba hasta el km 18, aquí tengo a Pedro a unos 20 metros pero en ese instante mi pierna derecha sufre los calambres y me impiden correr. El dolor es intenso y me detengo con la idea de que si hubiera tenido un vehículo cerca me habría retirado de la carrera. Estiro bien y, tras un rato continuo la carrera, aquí me pasa mucha gente, todos preguntando si necesitaba algo, lo que demuestra la solidaridad que tenemos todos en estas carreras. Recupero un poco y continuo la marcha andando hasta Severín donde nuevamente vuelvo a correr y ya enlazo con Pedro. Continuamos juntos por Mestas de Orando, Orandi y bajando hacía Covadonga. En este lugar, dado lo técnico del terreno, vamos detrás de un grupito que va ralentizando la carrera, haciéndose una cola. Aquí Pedro se vuelve a marchar llegando justo delante de mi al avituallamiento de Covadonga en el km 24. De los 1260 metros de altura hemos bajado a los 200 metros de Covadonga en unos pocos km, alrededor de nueve con lo que ello supone. Aquí nuestras animadores y animador nos infunden nuevos ánimos  hacen con nosotros la subida de la escalera del Santuario, despedida y a continuar con la carrera ya que las sensaciones son buenas. En este punto tenía fijado decidir continuar en función de las sensaciones y al parecer era lo acertado dado que una vez que continuas no tienes más opción que seguir hacía Cangas o volver sobre tus pasos .

   Tras pasar Covadonga, en el km 28, nos encontramos a alguien de la organización que nos va diciendo el puesto que llevamos, yo el 209 y Pedro el 210. Llegamos a Nafuentes donde nos indican que hay un fuente, lugar que vendría bien para haber repuesto el  agua, cosa que no hacemos equivocadamente por qué nos dicen que queda sobre 1,5 km para el avituallamiento cosa que no fue así o, que la distancia se me hizo eterna. Tras subidas y bajadas llegamos un lugar donde ya nos indica un nuevo miembro de la organización que el avituallamiento esta en un camino que se ve desde el alto y que tardaríamos unos 4 minutos en bajar, lo que resulto ser cierto. Llegamos a Pozobal a unos 700 metros de altura y aquí llego antes que Pedro que viene muy poco detrás. Un buen aprovisionamiento e iniciamos la marcha por una buena pista juntos Pedro y yo. Aquí Pedro me indica que levanta el ritmo y yo continuo como había venido. La pista baja, para luego subir y volver a bajar e iniciar una nueva subida a un collado tomando un sendero a la izquierda. El sendero es un rosario de gente que se va sentando a consecuencias de los calambres, yo los noto pero no me impiden seguir adelante. Arriba en el alto volvemos a bajar atravesando una pequeña finca con una cuadra, llegamos a un bosque de avellanos, lo cual se agradece ya que el calor era intenso en ese momento y al menos nos protegía del sol. Al subir nuevamente ya divisamos el mirador del repetidor, dejándolo a nuestra izquierda para bajar a un nuevo valle con una nave que dejamos a nuestra izquierda, nueva subida con bajada hacía un cruce donde tomamos una brusca subida hacía el mirador. La subida es francamente dura y vertical y el cansancio  ya ha hecho mucha mella y hay que subir como sea. Arriba encontramos el último avituallamiento sólido y liquido, vuelvo a reponer fuerzas y a iniciar la bajada que va por una cresta en continúo descenso hasta el cruce con una carretera donde nos indican que hay que bajar por una cuerda agarrados, con el inconveniente que supone el número de kilómetros que llevas y estado que están mis piernas. De hecho, Ruben que viene detrás de nosotros nos cuenta que el que le precedía, sufrió  fuertes calambre en las piernas, soltó la cuerda por el dolor que ello supone y al suelo. Una vez que cruzas la carretera entre dos protecciones de piedra con que cuenta ésta debido a su verticalidad hay un pequeño, estrecho y muy repentino sendero que baja al valle. No quiero pensar como sería la bajada en caso de que lloviera, el pueblo donde nos dirigimos lo ves encajonado en el valle y suena el eco de los aplausos de la gente a los que van cruzando, pero te parece muy lejos por la bajada que  hay que hacer. Llegados al valle, una pequeña carretera de subida al pueblo de Nieda para continuar luego subiendo hacía el último avituallamiento líquido junto al km 40. Tras el avituallamiento entramos en un prado y tomamos una pista en sentido ascendente, para luego volver a bajar y en ésta tomar un sendero que sale a la derecha para llegar a un terreno metido en el valle con mucha sombra y muy blando para llegar atravesar un pequeño riachuelo con unos tablones. Primero bajas unos metros para luego subir los cuatro o cinco metros deprisa lo que supone un fuerte impacto a las piernas y por lo que comenta la gente de nuevo a parar en seco por los calambres. Por fin al salir de la senda ya estás en Cangas de Onis y en sus calles para iniciar la bajada y llegar a la meta en la Plaza del Ayuntamiento. El público no es muy numeroso pero los ánimos no cesan, incluido los de nuestros acompañantes que te hacen volar a meta.

         Puesto 206 con un tiempo de 7 horas, 19 minutos y 36 segundos

         Pedro el 215, con 7 horas, 26 minutos y 48 segundos.

         Ruben el 295, con 8 horas, 18 minutos y 22 segundos.-

  El ganador Miguel Heras en un tiempo de 4:15:20, lo que denota la dureza de la prueba del 2012 en relación al 2011, en ese año se ganó con un tiempo de 3:55:16.-

    Llegando a meta me llega el recuerdo de mi hermano el mayor; Carlos, a quién le dedico la carrera y la alegría me invade ante el hecho de que mi enfermedad no me ha impedido conseguir mi reto, demostrando que la voluntad puede con todo.

   En la meta me pasa factura el azúcar y la pájara no me deja recuperar las piernas como es debido hasta que me tomé un buen plato de espaguetis.

  De la organización de la prueba atenciones y amabilidad de todos ha sido de sobresaliente a quienes desde aquí les doy la enhorabuena y las gracias, con la idea de que si la salud nos respeta habrá que volver con la experiencia aprendida.-

         A lasa 5:30 estábamos en el Hotel Bricial de Cangas de Soto, que a pesar de estar anunciada la espicha para esta hora nos dicen que hasta las 18:00 no podemos acceder con lo que supone a los que tenemos que regresar a casa y no poder disfrutar un poco del evento. Al final accedemos a las 17:45 horas a una explanada del hotel, donde el calor era sofocante, hasta que el sol se oculto tras un nublado. La comida era abundante pero en este sentido entiendo que para los acompañantes el precio era un poco elevado, al no disfrutarse y  la situación en que se hace.

         A las 18:30 horas despedida de Ruben y Leire y regreso a casa en Ciudad Rodrigo, donde llegamos a las 11:30 de la noche totalmente derrotados por el día tan largo que habíamos vivido y con mucha lluvia y viento hasta León con lo que ello supuso para conducir.