25/09/2016 MARATÓN DE VARSOVIA (PZU MARATON WARSZAWSKY)

MARATON DE VARSOVIA-SEPTIEMBRE 2016

Después de la Maratona di Roma, un viaje a la Maratón de Varsovia.-  
Nos juntamos 17 personas, unas con idea de correr la prueba corta de 5 km, 3 para correr la Maratón y el resto para hacer turismo. El vuelo lo hacemos en la LOT a buen precio, puntual y buen trato. 

Aterrizamos en el aeropuerto de Chopin el jueves día 21 de septiembre sobre las 8 de la tarde, lo que supone teniendo en cuenta su ubicación geográfica, que aterrizamos siendo noche cerrada. En el aeropuerto, bien indicado, tomamos la "línea" que nos lleva al tren que nos conducirá hacía el centro de la Ciudad. La llegada a Varsovia la hacemos en el día del trasporte público, lo que supuso la gratuidad de nuestro traslado. Subimos al "tren rojo" que se encuentra en el anden y viendo el nombre de las estaciones, parece misión imposible su retención en la memoria, salvo la denominada CENTRUM ,que afortunadamente sería nuestra estación de referencia durante la estancia. 

Un breve viaje, en el que ya sientes las diferencias culturales, nos lleva a la estación Warsawa Sródmiescie WKD 01. Al salir de la estación, lo primero que llama la atención es una plaza muy amplia con grandes edificios uno de ellos especialmente llamativo, el PALACIO DE LA CIENCIA Y DE LA CULTURA. Nuestro hotel, el METROPOL, se encuentra frente al citado Palacio, lo que supuso un buen lugar para hospedarse a la hora del desplazamiento al contar con tren, tranvía y metro. Llevamos algo de "eslotis" por si acaso, teniendo en cuenta las horas de nuestra llegada y que había que cenar. Cenamos en un Burger King de la estación Central para quitar el hambre, posterior paseo de algunos de nosotros por la Ciudad y, otros, a dormir,

Al siguiente día, traslado a la feria del corredor para recogida de dorsales. La feria se encuentra en el Hipódromo, cerca del Aeropuerto, para trasladarnos tomamos la decisión, plano en mano, de coger el mismo tren que utilizamos desde el aeropuerto. Compramos los billetes, pero tomamos un tren que resultó ser  erróneo,  un tren verde que no se corresponde con la zona del billete. Al poco de subir, se presenta un revisor de poblado y gran bigote que carecía de cualquier simpatía quién, de malas formas, nos dice que ese no es el billete. Le intentamos explicar que nos bajaríamos en la primera estación, de hecho, un viajero muy amable se lo explicó en polaco, pero tampoco sirvió para nada, así que pagamos el billete y nos apeamos en la primera estación para coger el tren amarillo, línea que nos había llevado desde el aeropuerto al centro el día anterior. En el aeropuerto nos indican que el lugar esta cerca, una vez en marcha parece que está mas y más lejos. A base de preguntar y gracias a un amable varsoviano, a quien preguntamos y nos hizo un croquis, por fin llegamos al hipódromo, tras un largo paseo.- 

El lugar era bonito, la feria no tiene muchos expositores pero se puede comprar material deportivo a buen precio, resulta acogedora. 

Para el regreso, tras preguntar,  nos acompañan hasta la parada del tranvía que teníamos a 5 minutos del hipódromo y con parada en la puerta del hotel METROPOL que bien nos podía haber indicado el trabajador del hotel a quien preguntamos en el desayuno. Lo que nos demoró dos horas para llegar supuso cinco minutos de vuelta, pero es lo que tiene estar en un lugar nuevo. De regreso, comida en el restaurante Browar de Brasil, junto al hotel, con una generosa comida y no menos de bebida para estar hidratados para el maratón.

Tarde de paseo para descubrir la Ciudad, sin duda lo que más choca son las amplias avenidas, su limpieza, orden y tranquilidad. Llegamos a la Ciudad Vieja reconstruida después de su destrucción total en la Segunda Guerra Mundial, visita a la Iglesia de la Santa Cruz que cuenta con un monumento en honor a Juan Pablo II, en su pilares fueron colocadas sendas urnas en recuerdo a dos grandes, el compositor Fryderyk Chopin y el escritor, premio Nobel, Wladyslaw Reymont. 

Junto a la iglesia y al lado de la fachada de la Universidad, lugar donde el domingo tendría lugar la salida de la Maratón, coincidimos con el rodaje de un anuncio navideño.

Visita al Palacio, Catedral y vistas del Estadio de fútbol.

Vuelta por la Plaza de la Sirena:

Visita al Museo del Levantamiento:

DÍA DE LA MARATÓN: Desayuno muy temprano en el hotel con los nervios propios de la pre-carrera, bromas entre todos, risas y desplazamiento a la línea de salida, próxima al hotel. Salida a las 9:00 horas junto a la fachada de la Universidad, previo disfrute de un gran ambiente festivo de todos los participantes. Un buen día de sol y temperatura para correr. La salida muy organizada y cómoda, los primeros kilómetros se hacen por el centro de la Ciudad. En el km 14 entramos en el parque Lazienki durante unos dos kilómetros, para mi la zona más agradable de la carrera, con la bonita Avenida de los farolillos rojos donde el amigo Jesús y Alfredo se encontraban para animarnos. En la salida del parque se encontraba una Orquesta que te hacía volar.

Después del parque, una parte del recorrido aburrido, una cuestecilla que se las trae, pero bueno, solo hay que bajar el ritmo y subirla como se pueda. Hay avituallamientos cada 2,5 km que están genial, muchos voluntarios super amables con gritos de "bravo bravo", muchísimo público por todas las calles, cosa que sorprende muy agradablemente: Lo peor, los últimos km antes de la llegada a meta que se hacen un poco pesados por un tramo de autovía. La meta bonita, alegre, ambientada y con todos los servicios. La carrera al final ha resultado ser otra bonita experiencia que es el objetivo de estas salidas.

Tiempo total 3:25:13.-

Los que participaron en la carrera popular, lo pasaron francamente bien, basta con ver la foto de la llegada de Lara y María 

Después de la Maratón, subida a la Torre de la Ciencia y la Cultura con unas vistas increíbles de Varsovia.

Para finalizar un buen paseo por Varsovia y una buena cena.

La crónica llevaba mucho tiempo en el tintero, unas veces por falta de tiempo, otras, por falta de ganas. Este periodo pandémico que nos ha tocado vivir, me ha devuelto al recuerdo. En esta vista atrás, no puedo por menos de mirar el pasado con nostalgia por la alegría de los buenos momentos, melancolía y con tristeza. Este viaje fue el penúltimo que pudimos disfrutar con el AMIGO ALFREDO. Esta pandemia acabo contigo, fuiste de los primeros en padecer en soledad esta maldita enfermedad; te acompañábamos con el corazón y con la esperanza de que, con tu fortaleza, la pudieras haber superado, pero la vida, muchas veces cruel, decidió que era el momento de tu partida. Espero que la Virgen de la Peña, a quién tanta devoción tenías, te recibiera con los brazos abiertos, supongo, que pensó que estarías mejor junto a ella, para seguir  organizando en  lo que siempre fuiste grande, nunca supiste estar quieto. Te echaremos de menos, de hecho, ya llevamos tiempo echándote de menos. Esa presencia tuya, esa voz grave que llegaba a cualquier lugar, esa alegría de vivir y por vivir siempre nos contagió y nos hizo reír. GRACIAS por todos esos buenos momentos y por tu apoyo, que no nos falto, cuando te necesitamos. 

Amigo Alfredo, siempre estarás en nuestros corazones y perduraras en nuestros recuerdos. HASTA PRONTO.-